San Sebastián llorado por Santa Irene (1634)

El artista Georges de la Tour es uno de los más importantes representantes del Barroco francés. Su obra se caracteriza por presentar una gran influencia de Caravaggio en el tratamiento de la luz. En este cuadro, de la Tour representa a San Sebastián, soldado romano convertido al cristianismo, mientras es atendido por la viuda Irene después de haber sido martirizado por sus compañeros paganos debido a  sus creencias religiosas.

En el siglo XVII, época de terribles epidemias en Europa, San Sebastián era uno de los santos protectores más recurridos -se le consideraba patrono de los enfermos-, lo que explica el fervor de los fieles y del propio pintor. En la obra -que refleja las esperanzas depositadas en la figura-, el cuerpo de San Sebastián destaca como si fuera de terciopelo, suave y cálido a la vez. Toda la escena está iluminada irregularmente y con grandes contrastes producidos por la antorcha que porta Irene. De la Tour era muy aficionado a estos efectos provocados por la luz del fuego, que suele incluir en sus creaciones.