La balsa de la Medusa (1819)
Dada su corta vida –murió a los 33 años- el período creativo de Géricault se reduce a poco más de una década. Aún así, la calidad de su obra lo convierte en un representante destacado del Romanticismo francés. Estudió la Antigüedad clásica y a los maestros de los siglos XVI y XVII. Realizó numerosas copias de Rafael, Caravaggio, Rubens, Velázquez, Rembrandt y Van Dyck, entre otros. En Italia estudió a Miguel Ángel y en Inglaterra a Constable, Wilkie y Hogarth, concentrando en su obra la influencia de estos pintores.
Cuando se dio a conocer “La balsa de la Medusa” produjo gran escándalo en el público, tanto por su macabro tratamiento realista como por sus lecturas políticas: la representación de los padecimientos de los sobrevivientes de un naufragio fue interpretada por algunos como la incompetencia del gobierno. El hecho, real, se debió al error del comandante de la nave, protegido de los Borbones. Los sobrevivientes estuvieron 12 días a la deriva y llegaron incluso a alimentarse de la carne de los fallecidos. De los 149 pasajeros, sólo 10 fueron rescatados con vida. Para tratarlo con el mayor realismo posible, Géricault realizó una acuciosa investigación previa estudiando cadáveres y restos del cuerpo humano.