Composición Suprematista: blanco sobre blanco (1918)
Malevich, pintor suprematista y diseñador ruso, consideraba que el arte tiene que ser una actividad que se justifique por sí misma, de aspiraciones espirituales más que prácticas, una actividad pura como la filosofía o las matemáticas. Decía que “el suprematismo se caracteriza por una supremacía absoluta de la sensibilidad plástica pura en las artes figurativas.”
Su pintura “Composición suprematista: blanco sobre blanco”, un cuadrado blanco sobre otro del mismo color, es una síntesis de estos principios y una de las obras fundamentales del arte moderno, que abrió definitivamente el horizonte de la abstracción plástica. En ella, Malevich se aparta de la representación del mundo real para llegar a la abstracción total. Los principales elementos de esta pintura son la forma y el color y las relaciones entre ellos. Es una pintura abstracta construida a partir de la geometría y con un marcado sentido místico. El blanco habla de idealismo y espiritualidad, el movimiento sugerido por el cuadrado interior transmite la sensación de dinamismo y espacio infinito. Esta obra representó para Malevich un momento culminante en su búsqueda filosófica de un mundo espiritual, constituyendo una meditación acerca del alma y la eternidad.