Un baño en Asnieres (1883 – 1884)

El pintor francés Georges Seurat es uno de los máximos representantes del neoimpresionismo. Rechazando el efecto borroso de las pinturas impresionistas de pinceladas irregulares, inventó la técnica más científica del puntillismo, en el que las formas sólidas se construyen a partir de la aplicación de pequeños puntos de colores puros sobre un fondo blanco.

“Un baño en Asnières” es la primera obra maestra de Seurat y su primer intento por aplicar sus investigaciones teóricas sobre el color. Comenzada en 1883, en ella se refleja ya el método de su trabajo, radicalmente distinto al de los impresionistas. Frente a la inmediatez de éstos, Seurat preparó minuciosamente este cuadro, realizando previamente diez dibujos y catorce estudios al óleo sobre pequeñas tablas. La pintura fue rechazada por el jurado del Salón oficial de 1884, por lo que Seurat la presentó en la primera exposición del grupo de los Independientes, compuesto por otros artistas que habían visto su obra rechazada. El cuadro despertó la admiración de los críticos, uno de los cuales más tarde acuñaría el término neoimpresionismo para definir el movimiento.