Laoconte (hacia 1610 – 1614)
Inicialmente pintor de íconos religiosos, el griego Doménicos Theotocópoulos pasó a la historia como El Greco, en alusión a su origen. En Italia estudió profundamente la obra de Tiziano, Tintoretto y Miguel Ángel, quienes influyeron en su pintura. Instalado en la ciudad de Toledo, El Greco se convirtió en el principal representante del manierismo español, caracterizado por el alargamiento de la figura humana, las posturas forzadas, los cambios de escala, iluminación o perspectiva.
“Laoconte” es la única obra de carácter mitológico que existe del pintor. Según el mito, el sacerdote troyano Laoconte intentó prevenir a sus compatriotas para que no aceptaran el caballo de Troya, en cuyo vientre se ocultaban soldados griegos. Como castigo de los dioses, del mar salieron serpientes que lo devoraron a él y a sus hijos. Probablemente esta obra está inspirada en la famosa escultura de Laoconte encontrada en Roma en 1506. Al igual que la escultura, el cuadro representa el momento culminante en que el sacerdote lucha por su vida, uno de sus hijos yace muerto y el otro está a punto de sucumbir. El Greco, sin embargo, sitúa a sus personajes mitológicos y al caballo de Troya sobre un fondo de la ciudad española de Toledo.